El agua es un recurso imprescindible para la vida, pero también es finito, lo que nos obliga a consumirlo con responsabilidad para evitar que se acabe, lo que impediría la vida en nuestro planeta. El mal uso, el cambio climático, el avance de la sequía o el consumo excesivo por parte de una población en aumento exponencial son algunos de los factores que ponen en peligro la disponibilidad de agua potable. Por eso es importante nuestra implicación en todas aquellas medidas que ayuden a preservar este valioso recurso. Pero, ¿cómo ahorrar agua en casa? Lo explicamos en el siguiente artículo.
Por qué es importante ahorrar agua en casa
Hemos avanzado algunos de los factores que afectan a la disponibilidad de agua. En concreto, en España la situación es preocupante, sobre todo en los territorios del este y del sur, donde el cambio climático ha repercutido en un aumento de las temperaturas y en un descenso de las precipitaciones. Además, se necesitan grandes cantidades de agua para mantener explotaciones ganaderas y agrícolas, así como infraestructuras turísticas.
Esto lleva a la sobreexplotación de los acuíferos y a la degradación de los suelos, en riesgo de desertificación, y eleva la presión sobre unos embalses cada vez más vacíos, al punto de que se ha hecho necesario implantar restricciones en el consumo de agua, por ejemplo, para llenar piscinas particulares o regar.
Por desgracia, es previsible que estas restricciones sigan en aumento, pues es esperable que la sequía avance. Todos estos datos dejan clara la necesidad imperiosa de ahorrar agua, no solo a nivel administrativo o industrial, sino, también, a nivel particular, esto es, cada persona en su hogar.
No hay que perder de vista que el agua no solo es para beber, sino que resulta fundamental en todos los procesos de fabricación de bienes, cuidado de la salud y producción de alimentos.
Consecuencias a medio y largo plazo de no ahorrar agua
Dada la alarmante situación que hemos descrito y la previsión a medio y largo plazo, en la que el cambio climático seguirá aumentando cada vez más la temperatura y reduciendo las precipitaciones, si el consumo de agua se mantiene invariable, el futuro se plantea como muy preocupante, de ahí la importancia de saber cómo ahorrar agua en casa.
Como hemos dicho, el agua es un recurso finito, lo que quiere decir que si consumimos más cantidad de la que se genera y acumula llegará un momento en el que se agotará, tras un periodo, mayor o menor, en el que irán aumentando las restricciones hasta hacerse insostenibles.Esto puede llevar a un futuro en el que el agua se convertiría en un bien preciado.
Por otro lado, está aumentando la extracción de agua de lagos, ríos o cursos subterráneos, lo que agrava la situación. Además, el agua dulce, la única que podemos beber, está cada vez más contaminada en determinadas zonas por el uso extensivo de fitosanitarios en la agricultura2.
Pero la falta de agua no solo tiene repercusiones para los seres humanos. Su carencia puede secar zonas que en la actualidad son húmedas, lo que puede provocar cambios catastróficos para los ecosistemas y las especies animales y vegetales que los habitan.
2 Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Impacto de los nitratos y pesticidas en el uso y calidad de las aguas. Disponible en: https://www.miteco.gob.es/es/agua/temas/estado-y-calidad-de-las-aguas/proteccion-nitratos-pesticidas/impacto-calidad-agua.html
Medidas para ahorrar agua en casa
En vista de la situación, hay que tomar conciencia e implantar medidas para ahorrar agua en nuestra vida diaria. Es el grano de arena que podemos aportar como ciudadanos. El primer paso es identificar las acciones en las que estamos desperdiciando más agua para poder corregirlo. Pero, ¿cómo ahorrar agua en la vida diaria? Estas son las formas de ahorrar agua en casa:
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Ducharnos en lugar de bañarnos y hacerlo lo más rápido posible, cerrando el grifo mientras nos enjabonamos.
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Debemos mantener el grifo cerrado mientras nos lavamos los dientes o afeitamos. Otro truco es recoger el agua que todavía no sale caliente para otros usos, por ejemplo, fregar el suelo.
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Si es imprescindible el baño, llenar lo mínimo la bañera.
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Poner dispositivos en los grifos, como cabezales aireadores o reductores de caudal: para disminuir la cantidad de agua que sale. Los grifos termostáticos y monomando son otra buena opción.
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Recurrir a inodoros con doble descarga: o implantar mecanismos de doble pulsador. Un truco casero es introducir una botella en la cisterna. Por cierto, tira de la cisterna solo cuando sea necesario. No utilices el váter como un cubo de basura.
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Comprar electrodomésticos con clasificación A: pues son los más eficientes.
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Lavar la loza en el lavavajillas antes que a mano: ya que se usa menos agua.
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En el lavavajillas, utilizar productos que eviten prelavar los platos, como las cápsulas de Finish Ultimate Plus: ofrecen una limpieza intensiva a la primera, de forma que no es necesario prelavar la loza. Gracias a su tecnología Cyclesync, libera el ingrediente (enzima) adecuado para actuar en el momento justo, siendo eficaz incluso contra restos de comida requemados. Ahorra hasta 47 litros de agua por cada lavado.
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Usar electrodomésticos: como la lavadora o el lavavajillas, cuando estén llenos y, siempre que sea posible, escoger un programa eco.
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Controlar que no haya ninguna fuga de agua en el hogar: ya sea en grifos o en tuberías, pues podría estar desperdiciándose agua sin que nos demos cuenta.
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No descongelar alimentos bajo el agua del grifo: sácalos con tiempo suficiente del congelador.
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De tener jardín, instalar irrigadores por goteo y aprovechar agua que hayas podido recoger: por ejemplo, de la lluvia. Riega de noche para que se pierda menos agua por evaporación y escoge plantas adecuadas al clima de tu lugar de residencia.