Cuando se trata de tu lavavajillas, deseas que funcione lo mejor posible, desde vasos brillantes y relucientes hasta la eliminación eficaz de la suciedad y la acumulación de platos usados. Aunque confiamos en nuestros lavavajillas para hacer todo esto y más, muchos de nosotros no somos conscientes de cómo la temperatura de nuestro lavavajillas afecta el rendimiento. Desde cómo funciona el sistema hasta la temperatura de lavado óptima y qué hacer si no es lo suficientemente alta, aquí tienes todo lo que necesitas saber.
¿Cuál es la mejor temperatura para lavavajillas?
La temperatura de un lavavajillas se fija para asegurarse de que sea lo más eficiente posible. La temperatura promedio en que un lavavajillas ejecuta su ciclo principal es entre 51 y 60 °C. Esto se debe a que la temperatura del agua en el lavavajillas debe estar lo suficientemente caliente para garantizar que el detergente se disuelva y active, al mismo tiempo que se eliminan los restos de comida y grasa. Durante la fase de enjuague, el agua se calienta a temperaturas ligeramente más altas, de alrededor de 80 °C, para asegurarse que los platos sean esterilizados.
Temperatura del lavavajillas
Cualquier temperatura superior a 60 °C es demasiado alta para que tus manos la soporten. Sin embargo, las temperaturas de lavado de platos tienden a ser mucho más altas, y cuanto más caliente esté el agua, más a fondo se podrán limpiar los platos y cubiertos.
Cómo saber si la temperatura del agua de tu lavavajillas no está lo suficientemente caliente
Si la temperatura del agua de tu lavavajillas no está lo suficientemente caliente, lo podrás identificar a través de señales como, por ejemplo, si tus platos no están tan limpios como deberían de estar, o si la pastilla de detergente para lavavajillas no se ha disuelto por completo. Si sospechas que la temperatura del agua es inferior a 50 °C, consulta el manual de tu calentador de agua o consulta a un técnico de servicio para ajustar la configuración.
¿La temperatura del agua demasiado caliente puede dañar tu lavavajillas?
Aunque la temperatura del agua de tu lavavajillas debe ser lo suficientemente alta para que los vasos estén relucientes y limpios, las altas temperaturas combinadas con un mantenimiento poco estricto pueden ser perjudiciales para tu lavavajillas. Estos son algunos de los problemas que surgen y la mejor manera de solucionarlos:
Agua caliente y sarro
Las altas temperaturas significan que el contenido natural de sarro y magnesio del agua puede provocar la formación de sarro en el interior de tu lavavajillas. Con el tiempo, esto puede representar un problema, ya que puede obstaculizar la eficiencia de tu lavavajillas. Para solucionar este problema, utiliza un producto como Finish Limpiamáquinas una vez cada mes para eliminar el sarro y cualquier resto de grasa y comida. Esto asegurará que luzca brillante, huela fresco y lo más importante, mantenga tus platos lo más limpios posible
Agua caliente y vasos opacos
Otra desventaja de estas altas temperaturas es que pueden hacer que tus vasos se hagan opacos con el tiempo. Mientras que el agua caliente agita las moléculas del cristal, los químicos en el detergente pueden contrarrestar algunos de los efectos negativos. Aunque todavía son imperceptibles a simple vista, estas pequeñas imperfecciones afectan la forma en que la luz atraviesa el vidrio y les da una apariencia opaca.
Por lo tanto, la próxima vez que no estés seguro de si tu lavavajillas está funcionando a la temperatura óptima, consulta nuestros consejos y trucos para resolver el problema. Siempre toma las medidas necesarias para proteger tu lavavajillas y vasos contra los efectos del agua caliente.